Taiwan se prepara para la asunción de Lai Ching-te como presidente de la República de China (Taiwán). Tanto en el país como en el extranjero, se espera que sus posturas sobre las relaciones con China y la diplomacia no aumenten las tensiones en el estrecho de Taiwán. Si hablamos en términos de geopolítica del Indo-Pacífico, Estados Unidos, Japón y China continental son los tres actores más interesados en la dirección que tomará la política futura de Lai Ching-te. En la cumbre entre Estados Unidos y Japón en abril fue reafirmada la importancia de mantener la paz y estabilidad en el estrecho de Taiwán, y Japón ha publicado su libro blanco de política exterior en el que considera a China como el “mayor desafío estratégico sin precedentes” para la seguridad y estabilidad regional. Si bien Taiwan agradece la preocupación de los países por la cuestión del estrecho de Taiwán, no puede ignorar el principio fundamental de mantener la dignidad nacional.
La presidenta Tsai Ing-wen y el futuro presidente Lai Ching-te han dejado en claro su compromiso con la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán, y han mantenido una postura firme ante la presión y las provocaciones de China. Sin embargo, también han dejado en claro que están abiertos al diálogo y la cooperación con China, siempre y cuando sea en igualdad de condiciones y respetando la soberanía de Taiwán.
Taiwán ha sido un miembro responsable y pacífico en la comunidad internacional, y ha demostrado su compromiso con la democracia y los derechos humanos. Sin embargo, China ha seguido intentando aislar a Taiwan y dañar su imagen internacional, presionando a los países para que rompan sus relaciones diplomáticas con la isla. Esto demuestra la necesidad de que Taiwán mantenga una postura firme y defienda su soberanía y dignidad nacional.
En este sentido, es importante que Lai Ching-te tome medidas para fortalecer las relaciones con Estados Unidos y Japón, dos aliados clave para la seguridad y el desarrollo de Taiwán. Al mismo tiempo, es necesario que busque formas de mejorar las relaciones con China continental, para promover la paz y la estabilidad en la región y permitir una cooperación beneficiosa para ambas partes.
Además, es esencial que Taiwán se siga fortaleciendo económicamente y diversificando sus relaciones comerciales y diplomáticas con otros países en el mundo. Esto no solo ayudará a reducir la dependencia de Taiwán de China, sino también a aumentar su influencia y presencia global.
En resumen, la asunción de Lai Ching-te como presidente de Taiwán es una oportunidad para fortalecer las relaciones con Estados Unidos, Japón y China continental, y para mantener la paz y estabilidad en el estrecho de Taiwán. Es necesario que Taiwán siga manteniendo su postura firme y respetando sus principios fundamentales, para que pueda seguir siendo un miembro responsable y valorado en la comunidad internacional.
