El aumento de la esperanza de vida en nuestra sociedad ha generado una serie de fenómenos e issue que requieren una reflexión y un discurso serio en cuanto a la regulación y establecimiento de normas para los asesores financieros encargados de planificar la economía en la tercera edad.
La llegada acelerada de una sociedad con una población cada vez más envejecida requiere de una atención a la realidad social en su conjunto, incluyendo a los adultos mayores como un segmento específico, con necesidades y requerimientos especiales. Estos abarcan cuestiones esenciales como la seguridad personal, económica, laboral, patrimonial, médica, habitacional, de alquiler, digital, y seguridad en la movilidad, entre otras.
Es fundamental abordar estos temas de forma rigurosa y comprometida para garantizar una correcta protección a los ancianos. Por ello, los asesores financieros encargados de la planificación económica en esta etapa de la vida tienen un papel crucial en la sociedad actual. Se deben establecer regulaciones y normas que aseguren un envejecimiento activo y saludable para nuestros adultos mayores.
En este sentido, es importante destacar que la protección de los ancianos no solo involucra cuestiones financieras, sino que también abarca aspectos como su seguridad física y emocional. Por ello, es necesario que los asesores financieros tengan una formación integral, que les permita brindar un servicio completo y adaptado a las necesidades de cada uno de sus clientes.
Además, en un contexto donde la tecnología evoluciona a un ritmo acelerado y la sociedad se vuelve cada vez más digital, es fundamental que los asesores financieros también estén preparados para brindar una asesoría en línea segura y de calidad, que garantice la protección de los datos y la privacidad de sus clientes.
La figura del asesor financiero en la tercera edad, además de planificar y administrar la economía de los adultos mayores, también debe promover una cultura de prevención y educación financiera, que les permita tomar decisiones informadas y responsables sobre su patrimonio.
En resumen, el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población requieren una atención especial a las necesidades y requerimientos de nuestros adultos mayores. Y los asesores financieros encargados de la planificación económica en esta etapa de la vida tienen un papel fundamental en la protección y seguridad de nuestros ancianos. Es necesario establecer regulaciones y normas que promuevan un envejecimiento activo y saludable, y que garanticen la protección de los adultos mayores en todas sus dimensiones.
