Pequeños terneros se encontraban sumergidos en agua caliente con toallas sobre su cabeza, luciendo cómodos con los ojos cerrados como si estuvieran tomando un baño. En realidad, esto es el “baño de salvamento” para los recién nacidos de Hokkaido, Japón. Debido al frío extremo y las bajas temperaturas, muchos terneros fueron salvados por los dueños de las granjas utilizando este método.
El invierno en Hokkaido, Japón, trae consigo temperaturas extremadamente bajas que pueden llegar a ser peligrosas para animales recién nacidos, como los pequeños terneros. Para mantenerlos calientes y protegerlos de la hipotermia, los agricultores descubrieron una técnica ingeniosa: el “baño de salvamento”.
Esta técnica consiste en sumergir a los terneros en agua caliente, manteniendo sus cuerpos completamente sumergidos a excepción de su cabeza, que se cubre con una toalla. La temperatura del agua se mantiene entre 38 y 41 grados Celsius, lo cual es lo suficientemente cálido para mantener a los terneros calientes, pero no tan caliente como para dañar su piel delicada.
Al principio, puede parecer extraño sumergir a los terneros en agua, pero en realidad tiene muchos beneficios. Además de mantenerlos calientes, también ayuda a prevenir la deshidratación y promueve la circulación sanguínea, lo que hace que los terneros se sientan relajados y cómodos. Además, el agua caliente ayuda a desinfectar y limpiar su delicada piel, protegiéndolos de posibles infecciones.
Según los dueños de las granjas, esta técnica ha sido muy efectiva en la prevención de enfermedades y muertes en los terneros. Sin embargo, no todos los terneros pueden ser sometidos a este “baño de salvamento”, ya que su temperatura corporal debe ser constante y no pueden tener problemas de salud subyacentes. Es por eso que los agricultores seleccionan cuidadosamente a los terneros que se beneficiarán de esta técnica.
A pesar de que puede parecer un método extraño, el “baño de salvamento” ha demostrado ser muy efectivo y es utilizado por muchas granjas en Hokkaido para cuidar de sus terneros en el invierno. No solo salva vidas de animales, sino que también es una muestra del amor y cuidado que los agricultores tienen por sus animales.
Además de ser una técnica ingeniosa para salvar a los terneros, también es un recordatorio de la conexión profunda entre los humanos y los animales. Los agricultores están dispuestos a hacer todo lo posible para proteger a sus animales y asegurarse de que crezcan sanos y fuertes. Es una lección importante de empatía y cuidado, no solo para los animales, sino también para nosotros mismos.
En tiempos tan difíciles y fríos, el “baño de salvamento” en Hokkaido nos enseña que la compasión y el amor por nuestros animales y nuestra comunidad son fundamentales para sobrevivir y prosperar. Y aunque este método puede ser extraño para algunos, no se puede negar el impacto positivo que tiene en la vida de los pequeños terneros y en la comunidad en general.
En resumen, el “baño de salvamento” en Hokkaido es más que una técnica para mantener a los terneros calientes, es una demostración de la fuerza de la conexión humana y animal. Y nos recuerda que, incluso en los momentos más fríos, siempre habrá personas dispuestas a cuidar y proteger a los más vulnerables.
