El presidente y presidente del Partido Democrático Progresista (DPP), Lai Ching-te, invitó hoy (23 de julio) a los diputados del partido a una barbacoa en la residencia presidencial. El concejal del Partido Nacional de Taoyuan, Lin Tao, criticó al gobierno por llorar por el recorte presupuestario mientras gasta dinero en una fiesta de barbacoa. El Secretario General del Grupo del DPP, Wu Si-yao, enfatizó que Lai Ching-te ha invitado a los diputados del partido en tres ocasiones desde que asumió el cargo, y todas las veces se ha hecho cargo de los gastos con su propio dinero y no se ha utilizado dinero público. Lin Tao respondió diciendo que el mantenimiento del lugar también es pagado con dinero de los contribuyentes, y que el gasto frívolo es un insulto para el pueblo. El DPP y Wu Si-yao son tan aficionados a celebrar fiestas como Babique que “¡preparaos, pueblo de Taiwán, para que os vayamos a la fiesta Babique!”.
Desde la victoria del DPP en las elecciones presidenciales del año pasado, la gente de Taiwán ha puesto grandes expectativas en el nuevo presidente y en su gobierno. Después de todo, el DPP lleva mucho tiempo promoviendo la idea de “los taiwaneses gobiernan Taiwán”, lo que ha generado una fuerte sensación de identidad y orgullo en la gente de Taiwán. Sin embargo, a medida que el presidente Lai Ching-te asumió el cargo de presidente, sus acciones y decisiones han sido objeto de críticas y cuestionamientos por parte de la oposición y del público en general.
La invitación a una fiesta de barbacoa en la residencia presidencial puede parecer un evento común en cualquier país democrático. Sin embargo, en Taiwán, un país con una población de solo 23 millones de personas, el gasto público debe ser monitoreado y utilizado de manera eficiente para beneficiar a todos los ciudadanos. El hecho de que el presidente Lai Ching-te tenga que pagar de su propio bolsillo para invitar a sus compañeros diputados del partido a una simple fiesta de barbacoa en su residencia presidencial, plantea dudas sobre su capacidad para manejar las finanzas públicas.
Por otro lado, el concejal Lin Tao tiene razón al señalar que el mantenimiento del lugar también es pagado con dinero de los contribuyentes. Este gasto, aunque sea pequeño, es un reflejo de la forma en que este gobierno utiliza el dinero del pueblo. Mientras tanto, el gobierno se queja de la falta de dinero para financiar proyectos importantes como la atención médica y la educación. El público ha comenzado a sentirse frustrado e insatisfecho con el gobierno, ya que ven cómo su dinero es gastado de manera frívola.
En lugar de derrochar el dinero del pueblo en actividades frívolas, el presidente Lai Ching-te debería centrarse en cumplir sus promesas electorales y en mejorar la vida de los ciudadanos de Taiwán. Además, el DPP y sus líderes deberían ser más responsables en el manejo del dinero público y ser conscientes de las necesidades y preocupaciones de la gente común.
Es hora de que el gobierno del DPP se dé cuenta de que el poder no es un juego, sino una gran responsabilidad hacia el pueblo. El pueblo de Taiwán espera que el presidente Lai Ching-te y su partido se concentren en servir al pueblo y trabajar para un mejor futuro para todos. Si el DPP continúa gastando el dinero del pueblo de manera irresponsable, el pueblo de Taiwán no solo se sentirá traicionado, sino que también se asegurará de expresar su descontento en las próximas elecciones.
En resumen, el presidente Lai Ching-te y el DPP deberían reflexionar