Dos periodistas de este medio intentaron entrar a la sala de reuniones de la Asamblea Legislativa ayer (17) por la mañana para realizar una entrevista, pero después de varias solicitudes, se les negó la entrada. Fueron escoltados fuera del lugar por los agentes de policía presentes y pasaron aproximadamente 11 horas en la Estación de Policía de San Antonio, donde se les pidió que dieran su testimonio como sospechosos. La policía afirmó que los dos periodistas estaban acusados de “causar disturbios en Macao”.
Este incidente ha causado indignación y preocupación en la comunidad de medios de comunicación. La libertad de prensa es un derecho fundamental y esencial en cualquier sociedad democrática. La negativa a permitir que los periodistas entren a la sala de reuniones de la Asamblea Legislativa es una violación directa de este derecho.
Los periodistas tienen la importante tarea de informar a la sociedad sobre los acontecimientos y asuntos relevantes. Son los ojos y oídos de la sociedad y juegan un papel crucial en la promoción de la transparencia y la rendición de cuentas en la toma de decisiones. Por lo tanto, es inaceptable que se les impida realizar su trabajo de manera justa y libre.
Además, es preocupante que los periodistas hayan sido llevados a la estación de policía y retenidos durante tantas horas. Esto demuestra una falta de respeto por su profesión y un intento de intimidación a los medios de comunicación y la libertad de prensa.
La policía ha alegado que los periodistas estaban “causando disturbios” en Macao. Sin embargo, no se ha proporcionado ninguna prueba concreta para respaldar esta acusación. La negativa a permitirles entrar a la sala de reuniones parece ser una reacción exagerada e injustificada a su intento de realizar una entrevista.
Es esencial que se respeten y protejan los derechos de los periodistas y se les permita realizar su trabajo sin interferencias ni restricciones injustificadas. La libertad de prensa es un pilar fundamental de una sociedad libre y democrática, y cualquier intento de restringirla debe ser condenado y abordado de manera adecuada.
Esperamos que las autoridades investiguen este incidente y tomen medidas para garantizar que no vuelva a ocurrir en el futuro. También instamos a la Asamblea Legislativa a que reafirme su compromiso con la libertad de prensa y permita a los medios de comunicación realizar su trabajo sin obstáculos.
En conclusión, este incidente es una clara violación de la libertad de prensa y debe ser condenado por todos. Los periodistas juegan un papel vital en nuestra sociedad y su libertad y seguridad deben ser protegidas y respetadas en todo momento. Sigamos luchando por una sociedad justa y democrática donde la libertad de prensa sea un valor fundamental.
